Es aquel que asegura la obra contra el deterioro causado por el paso del tiempo, conservándola lo más inalterable posible.
Como profesionales de la enmarcación tenemos los conocimientos necesarios para darle a cada obra un tratamiento y enmarcado adecuado, de acuerdo a cada situación particular, a la protección deseada y al presupuesto disponible.
Las obras que Ud. puede desear preservar incluyen obras originales sobre papel, grabados, litografías, collages, fotos, documentos, certificados y todo tipo de obras de valor monetario o sentimental.
Como profesionales, tenemos la responsabilidad de preservar las obras de nuestros clientes en un enmarcado adecuado que las proteja de los agentes dañinos.
Las obras sobre papel tienen muchos enemigos: la luz, el calor, la humedad, la polución presente en el aire y ellas mismas (si el papel no es de alta calidad y de ph neutro se daña a si mismo, de igual forma las tintas usadas en la obra pueden ser ácidas y quemar el papel con el paso del tiempo).
Los rayos ultravioletas presentes en la luz son responsables de la decoloración de las obras y pueden dañar también el papel. La luz del sol es la más dañina, por su intensidad, pero la luz artificial también, especialmente la de tubos fluorescentes. Para atenuar sus efectos éstos deben ser recubiertos con un plástico UV que filtre la radiación perjudicial. También existen lámparas dicroicas con filtros UV.
Una obra nunca debería ser colgada donde incida la luz del sol en forma directa, no obstante la luz indirecta también es perjudicial, por lo que las obras deberían ser enmarcadas con un vidrio especial, que filtre los rayos ultravioletas.
Acelera el deterioro del papel activando las reacciones químicas (también de las telas y las maderas). Las obras valiosas no deben colgarse sobre chimeneas o radiadores.
Más del 70% favorece el crecimiento de moho. Un nivel del 50% es ideal.
Cuando se cuelgan o almacenan pinturas, se debe tener cuidado que las paredes o el ambiente no tenga humedad excesiva.
En obras enmarcadas con vidrio es importante que el mismo no toque la obra, ya que la falta de aire hará que se condense humedad, lo que alentará el crecimiento de moho destruyendo las obras.
Algunos insectos como los pececillos de plata, las termitas, las cucarachas y algunos gusanos, encuentran el papel y las tintas muy sabrosos y constituyen una seria amenaza para las obras de arte y los libros.
La vida moderna ha contaminado el aire con una multitud de gases. El dióxido de sulfuro producido por los combustibles como el carbón y el petróleo atacan el papel, causando decoloración y desintegración.
No podemos escapar a la polución atmosférica, pero el aire acondicionado puede ayudarnos a controlar la polución, el calor y la humedad.
Cartones especiales con celdas de control, neutralizan los gases dañinos del aire y el papel.